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PRELIMINARES Y ORDEN DE LAS CORRIDAS DE TOROS

PRELIMINARES

Antes de que el clarín anuncie el comienzo de una corrida, se lleva a cabo una serie de operaciones fundamentales y sin las cuales la corrida no podría llevarse a efecto. De estas operaciones preparatorias vamos a ocuparnos ahora como prólogo del festejo taurino.

Cuando cualquier empresa taurina se propone organizar una corrida de toros, lo primero que tiene que hacer es buscar el ganado que presente las condiciones requeridas para la lidia y que pueda ofrecer cierta garantía en cuanto a bravura, dato este muy importante, para que luego no se tropiece con inconvenientes por parte de los toreros. A este fin la empresa en cuestión, o un representante de su absoluta confianza, se traslada al campo en donde pastan la mayoría de las ganaderías de prestigio, en donde ve corridas de distintas ganaderías. Si alguna de las corridas fue de su agrado procederá a apartarla anotándose los números y señales de cada uno de los toros. Una vez firmado el contrato con el ganadero y pagado la cantidad que se haya acordado de antemano, la corrida elegida queda a disposición para ser encajonada y embarcada en la fecha que convenga, casi siempre 7/8 días de la corrida, pues no es conveniente que los toros estén muchos días en los corrales de la plaza. La operación de encajonar a los toros se verifica en unos recintos acondicionados para ello denominados encerraderos, que existen en las propias ganaderías o lugares próximos a ellas y dedicadas a tal fin.

El encajonamiento es un trabajo rápido y teóricamente sencillo, máxime si se realiza en los lugares adecuados para ello y por gentes expertas en dichos menesteres. Una vez los toros se encuentran dentro de los cajones, éstos don trasladados por medio de un camión para ser facturados a la plaza donde se vaya a lidiar la corrida.

Llegados a su destino las reses se trasladan desde sus mismos cajones a la plaza, donde se procede a desencajonarlos, faena esta que tiene lugar unos 3 días antes de celebrarse el festejo taurino con el fin de que los toros se recuperen en los corrales de la desmejora que sufrieron durante el viaje.

El día anterior al anunciado para verificarse la corrida los veterinarios y el delegado de la autoridad reconocerán en los corrales de la plaza a los toros que se han de lidiar, desechando aquellos que a su juicio no reúnan las debidas condiciones.

Sobre las doce horas del día de la corrida tendrá lugar en los corrales de la plaza el sorteo y apartado de las reses que se han de lidiar por la tarde. Estas operaciones se harán en presencia de los señores veterinarios y del delegado de la autoridad (presidente de la plaza).El sorteo consiste en hacer con los toros que se han de lidiar tantos lotes como matadores figuren en el cartel. Estos lotes se realizan de común acuerdo entre los subalternos de los espadas u otra persona de confianza del diestro de forma que resulten los más parejos posible, asi de dicha manera no se pueda dar el caso de que corresponda a un mismo espada los toros mayores o más molestos de cornamenta. Se suele aparejar el más grande con otro más chico o el más cómodo de cabeza con el de aspecto más molesto. Si la corrida es de seis toros para tres matadores se harán tres lotes que se reseñan por separado en otras tantas papeletas ( en papel de liar tabaco y posteriormente hechas unas bolitas) y se colocan por lo regular en un sombreo de donde luego de haberlas removido, las van sacando los representantes de los matadores por orden de antigüedad.

De esta manera se deciden los toros que correspondan a cada uno de los espadas anunciados, procediendo después los subalternos o representantes del matador a indicar qué toro quieren que se lidie en primer lugar. Una vez realizado este acto se procede a meter los toros en los chiqueros donde permanecerán  hasta el momento de su salida a la plaza. Dicha operación de enchiquerar a los toros se denomina también apartado, y consiste en ir separando toro por toro toda la corrida encerrándolos en cuartos o chiqueros en cuyas puertas se coloca un número que indica el lugar en que han de salir a la plaza. Además de los toros que han de lidiar, es obligatorio enchiquerar dos sobreros, que pueden ser o no  de la misma ganadería que los toros que se van a lidiar.

Momentos antes de salir el toro a la plaza, y valiéndose de una larga pica, se le coloca en el morillo la divisa con se distingue a la ganadería.

ORDEN DE LA CORRIDA

La corrida debe dar comienzo exactamente a la hora anunciada. A tal efecto en todas las plazas de primera y segunda categoría  es obligatorio que haya un reloj perfectamente visible que servirá además para controlar la duración de las suertes.

Una vez que el delgado de la autoridad (presidente de la plaza) hace flamear desde el palco presidencial un pañuelo blanco un toque de clarín o timbales debe anunciar el comienzo del espectáculo . Se iniciará con el «despejo» de los alguacilillos montados a caballo, los cuales después de saludar a la presidencia, volverán a la puerta de cuadrillas a recoger a los diestros que hayan de actuar en la corrida haciéndose acto seguido el desfile o paseillo.

Las cuadrillas harán el paseillo en la forma siguiente: en primera fila los matadores anunciados, a continuación, en otra fila, los subalternos del matador de la alternativa más antigua, luego el que le siga en antigüedad y así todas las cuadrillas de los matadores que intervengan en el festejo taurino. En las corridas de tres matadores harán el desfile de la siguiente forma: el de la alternativa más antigua se colocará a la izquierda de sus compañeros, el que le siga en antigüedad irá a la derecha y el más novel en el centro.

Una vez hecho el paseillo y después de haber saludado a la presidencia, los matadores cambiarán el capote de paseo por el de brega, mientras uno de los alguacilillos procrearán a recoger la llave de los toriles que arroja el presidente, para llevarla al encargado de los chiqueros. Luego de estos preliminares sonará de nuevo el clarín y se abrirá la puerta de los chiqueros  para que salga a la plaza el primer toro de la tarde.

Una vez el toro en la plaza, uno de los peones del matador de turno le llamará la atención y lo correrá a una mano por ambos lados sucesivamente.

Texto de Guizancho y Ramón González

 

 

Club Taurino Bilbao

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18 May, 2020

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